Caso Fernando Báez Sosa: Resumen del primer día del juicio

Hoy inició el juicio contra ocho exjugadores de rugby argentinos acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa a la salida de un local bailable en la ciudad balnearia de Villa Gesell el 18 de enero de 2020. El mismo se llevó a cabo (y así lo será durante todo el debate) en los juzgados de Dolores, en la provincia de Buenos Aires.

Lo primero que se destacó el día de hoy, es que los imputados presenciaron el primer día de debate, Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, Ciro, Lucas y Luciano Pertossi ingresaron a la sala de audiencias del Palacio de los Tribunales de Dolores cerca de las 10 de la mañana, acompañados de 13 agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense. Los rugbiers tenían las manos libres y en todo momento utilizaron barbijo. 

Ya comenzado el juicio por parte de la la jueza María Claudia Castro, el fiscal Juan Manuel Dávila, comenzó la lectura de la acusación, formulada en la investigación por la fiscal Verónica Zamboni. Luego el abogado de la familia Báez Sosa, Fernando Burlando, tomó la palabra. “Cada golpe aplicado tenía un destino y un fin: matar”, sentenció el Burlando antes de pedir prisión perpetua para los ocho acusados.

Por su parte el abogado defensor, Hugo Tomei, pidió la suspensión del debate por “irregularidades en el proceso”. “No puede ser que se le haya tomado declaración en 25 minutos a los diez. Se violentó su derecho a ser oídos”, sostuvo Tomei y agregó: "Si no se sabe qué delito se le imputa a cada uno no se los puede defender. ¿Qué significa distribuir roles? ¿Cuándo se distribuyeron los roles?".

Luego de varias horas, tocó el turno de escuchar al primer testigo de los 177 que participarán en el debate, Graciela Sosa, mamá de la víctima. “No entiendo, no comprendo cómo chicos de la edad de Fer le hicieron esto. Lo atacaron en la espalda, le reventaron la cabeza y ese cuerpito tan lindo que tuve 9 meses en mi panza”, sostuvo entre lágrimas.

El segundo y último testigo del día fue su padre, Silvino Báez, quién con su relato hizo llorar a a varios en la sala, entre ellos, a los guardias del Servicio Penitenciario que custodiaban a los imputados. “Señores jueces, acá están escuchando el relato de un padre que ha perdido todo: ha perdido la felicidad, las ganas de vivir, de luchar, y perdió lo mejor de todo, que es el abrazo de su hijo" dijo Báez y luego explicó cómo fue reconocer a su hijo: “Fue duro porque una parte de mí estaba tirada en una bandeja de acero inoxidable con la cabeza reventada... Estaba chorreando sangre por todos lados. No lo podía tocar”.

El juicio se reanudará este martes 3 de enero con la declaración de los amigos que acompañaban a Fernando en la noche del crimen y que fueron golpeados por los acusados