Se espera una desaceleración en la inflación de junio, pero la cifra interanual sigue en aumento

El jueves se dará a conocer el Índice de Precios al Consumidor de junio por parte del INDEC. Las consultoras privadas anticipan que el número estará por debajo del 7%, lo que marcaría dos meses consecutivos de desaceleración en la suba de precios, aunque con un nivel inflacionario aún alto.

Desde el Ministerio de Economía estiman que el IPC del mes pasado mostrará nuevamente una desaceleración y esperan que el índice total del sexto mes del año comience con un 6 adelante. Cabe recordar que el pico de inflación se registró en abril, alcanzando un 8,4% debido a la crisis cambiaria que ocurrió durante la segunda quincena.

En este contexto, el economista Juan Manuel Morales brindó aproximaciones en Así Estamos por Radio Mitre Patagonia, de los datos inflacionarios esperados para esta semana. Según señaló, tanto las mediciones de consultoras privadas como la inflación de la Ciudad de Buenos Aires indican una desaceleración. EcoGo estima un 6,6%, C&T Consultores Económicos un 6,7%, Econoviews un 7% y Orlando Ferrer un 7,2%. Todos estos pronósticos se sitúan por debajo del último dato inflacionario oficial de mayo, que fue del 7,8%. Además, la Dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires publicó una inflación del 7,1%. Por lo tanto, se espera que la cifra de junio oscile entre el 6,6% y el 7,2%.

En cuanto a las razones que podrían haber llevado a una desaceleración inflacionaria, Morales explicó que los precios de los alimentos se mantuvieron estables en comparación con los primeros meses del año, especialmente la carne, cuyos valores habían aumentado considerablemente. También se observó una menor subida en frutas y verduras, sobre todo las de temporada. Si bien los precios continúan en aumento, durante el último mes lo hicieron a un ritmo más lento.

Es importante tener en cuenta la estabilidad cambiaria que el dólar ha experimentado en las últimas semanas. Sin embargo, Morales advirtió que controlar el dólar tiene costos significativos para el Banco Central, que ha estado gastando grandes sumas de dinero y perdiendo reservas de alrededor de 30 millones de dólares diarios para mantener los índices estables.